Add parallel Print Page Options

Con su maldad alegran al rey, y á los príncipes con sus mentiras.

Todos ellos adúlteros; son como horno encendido por el hornero, el cual cesará de avivar después que esté hecha la masa, hasta que esté leuda.

El día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con vasos de vino: extendió su mano con los escarnecedores.

Read full chapter